Manuel Outumuro: “El Flash Flash es ciencia ficción”
Texto Xavier Mas de Xaxás / Vídeo de Poldo Pomés - Manuel Outumuro descubrió el Flash Flash siendo un estudiante de diseño en la escuela Masana pero no empezó a frecuentarlo hasta más adelante, cuando trabajaba en la revista Por Favor con Manuel Vázquez Montalbán y Jaume Perich, pareja a la que se sumó Forges y un elenco de periodistas y dibujantes con mucho sentido del humor y la justicia.
A Outumuro, que en el tardofranquismo estaba muy lejos de dedicarse a la fotografía y la moda, el Flash Flash le parecía un restaurante “de ciencia ficción”. Le recordaba al Milky Bar de La naranja mecánica. Asegura que “era muy Kubrick” y muy rompedor al poner de moda algo aparentemente tan sencillo y antiguo como una tortilla.
Manuel Outumuro nació en Ourense pero desde muy pequeño ha vivido en Barcelona, salvo un paréntesis de cuatro años en Nueva York. De la lucha contra Franco pasó a la moda de la mano de Elsa Peretti, su maestra, pero antes estudió diseño gráfico en la escuela Massana. Al principio de su carreta e encargaba de diseñar la imagen de muchos creadores y ayudó a muchos fotógrafos de moda a preparar las sesiones.
No empezó a fotografiar hasta 1990, cuando tenía 40 años, y fue por casualidad porque el fotógrafo que debía hacer la sesión no se presentó y Outumuro le sustituyó utilizando la cámara que tenían para el making of. Así fue como cambió la tipografía por la fotografía.
Se considera un fotógrafo tardío y autodidacta. Su especialidad es la moda y los retratos. Ha realizado más de 10.000 imágenes, un corpus que lo dice casi todo sobre la moda española de los últimos 30 años. También ha retratado a las personas más famosas de España. “Cuando hago una fotografía busco el alma de la persona –a declarado al blog Núñez i Navarro-. Y enseguida sé cuándo consigo la foto. Lo sé cuándo confluyen la energía de la preparación, la libertad que les has dado al equipo y el momento del disparo, ese instante mágico e irrepetible. No siempre es la foto que el equipo aplaude o que el retratado esperaba. Se necesita un tiempo de reflexión para elegir la imagen definitiva.”
Outumuro tiene su estudio en el palacio Fonollar de Barcelona, un edificio del siglo XVIII que fue residencia de la familia Güell. Este entorno encaja con su estilo, que es muy poco artificioso. No le gusta la tecnología, ni siquiera la de las cámaras, y prefiere la luz natural a cualquier otra.
La Lonja de Zaragoza acoge hasta el próximo mes de enero una exposición con sus mejores retratos. Se titula “De barro y luz”.